La innovación disruptiva no se basa en mejorar lo que hay, sino en crear algo nuevo que satisfaga las necesidades de los clientes de una forma diferente y mejor.
¿Cómo se puede lograr la innovación disruptiva?
En realidad, no existe una fórmula mágica, pero sí algunas estrategias que pueden ayudar a generar ideas y proyectos disruptivos.
Estas son algunas de ellas:
- Observar las tendencias los cambios sociales, tecnológicos, económicos, ambientales y políticos que afectan al comportamiento y las expectativas de los consumidores. Estos factores pueden crear oportunidades para ofrecer soluciones novedosas que se adapten a las nuevas realidades y demandas del mercado.
- Identificar los segmentos de clientes insatisfechos o desatendidos por las ofertas actuales, ya sea porque son demasiado caras, complejas, ineficientes o inaccesibles. Estos clientes pueden ser el objetivo de una propuesta de valor disruptiva que les ofrezca una alternativa más simple, económica o conveniente.
- Experimentar con diferentes modelos de negocio que permitan reducir los costos, aumentar los ingresos o crear nuevas fuentes de valor. Por ejemplo, se puede optar por un modelo de suscripción, de plataforma, economía colaborativa o personalización masiva.
- Aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías para crear productos o servicios más inteligentes, conectados, interactivos o automatizados. Las tecnologías digitales, como la inteligencia artificial, el internet de las cosas, la realidad virtual o la impresión 3D, facilitan el desarrollo de soluciones disruptivas que mejoran la experiencia y el rendimiento de los clientes.
- Colaborar con otros agentes del ecosistema innovador, como universidades, centros de investigación, startups, empresas sociales o comunidades de usuarios. Estas alianzas pueden aportar conocimiento, recursos, talento o feedback para impulsar la innovación disruptiva.
La innovación disruptiva es un reto y una oportunidad para las organizaciones que quieren diferenciarse y liderar el mercado.
Para lograrlo, es necesario tener una visión clara del problema que se quiere resolver, una mentalidad abierta al cambio y aprendizaje, además capacidad para ejecutar y escalar las ideas disruptivas.