Factores como la infraestructura tecnológica, el nivel educacional, disponibilidad
de capital y la capacidad de innovación determinan cómo cada país experimenta y
aprovecha esta influencia transformadora.
En este artículo, se explora el impacto económico de la inteligencia artificial a nivel global y local, destacando las oportunidades y desafíos que enfrentan diferentes economías y cómo las personas pueden adaptarse a estos cambios.
Oportunidades económicas en economías emergentes
En economías emergentes, la inteligencia artificial ofrece oportunidades significativas para acelerar el desarrollo económico. La automatización de procesos industriales y agrícolas incrementa la productividad y reduce sus costos, permitiendo que empresas locales puedan competir en un mercado global. Por ejemplo, en América Latina, se utiliza para optimizar los cultivos y su producción agrícola, mejorando la eficiencia y promoviendo la sostenibilidad al reducir el uso de recursos naturales como agua y fertilizantes.
Además, facilita el cierre de brechas en áreas clave como educación y salud, donde muchas economías emergentes aún enfrentan muchos desafíos. De la misma manera, con el uso de plataformas de aprendizaje automatizadas y sistemas de diagnóstico avanzado, estos países pueden acceder a servicios que anteriormente eran inaccesibles o muy costosos. Mejorando la calidad de vida y creando una fuerza laboral más capacitada y saludable, los cuales son elementos importantes para el desarrollo económico a largo plazo.
Sin embargo, para aprovechar estas oportunidades, las economías emergentes deben superar ciertos obstáculos. Donde la falta de infraestructura digital adecuada es uno de los mayores retos. Ya que, sin una conectividad confiable y acceso a tecnologías avanzadas, la implementación de soluciones de IA puede verse limitada. Asimismo, la escasez de talento especializado en inteligencia artificial representa una barrera importante. Mientras que los países desarrollados pueden atraer y retener a profesionales altamente calificados, las naciones emergentes habitualmente enfrentan dificultades en este aspecto.
Desafíos en economías desarrolladas
Por otro lado, en las economías desarrolladas, la adopción de la inteligencia artificial presenta un conjunto diferente de desafíos. Aunque estas naciones usualmente cuentan con una infraestructura avanzada y una mayor disponibilidad de talento, también enfrentan el riesgo de que la automatización elimine empleos en sectores tradicionales. La transición hacia una economía basada en inteligencia artificial puede ser disruptiva, especialmente en industrias como manufactura y transporte, donde los trabajadores menos calificados podrían ver sus puestos de trabajo en peligro.
No obstante, las economías más desarrolladas se encuentran mejor posicionadas para capitalizar las oportunidades que ofrece la inteligencia artificial. Con mayor acceso a capital y recursos, estos países pueden invertir en investigación y desarrollo para liderar la innovación en IA. Además, esta tecnología puede ayudar a impulsar el crecimiento económico en sectores emergentes como la biotecnología, energía renovable y servicios financieros, donde el análisis de grandes volúmenes de datos y la automatización de procesos complejos generan nuevas oportunidades de negocio.
Uno de los mayores desafíos para las naciones desarrolladas será gestionar la transición laboral. Por lo cual. empresas y gobiernos deben colaborar para desarrollar programas de reentrenamiento y educación continua que permitan a las personas adaptarse a los nuevos cambios tecnológicos. Es importante que estas economías implementen políticas que fomenten la innovación y competencia, evitando así, la concentración excesiva de poder en unas pocas corporaciones tecnológicas.
Redistribución económica mediante la inteligencia artificial
La inteligencia artificial tiene el potencial de redistribuir el poder económico entre las naciones. Lo cual, podría exacerbar las desigualdades existentes si los países con más recursos continúan avanzando rápidamente mientras las economías menos desarrolladas se quedan atrás. Sin embargo, si se implementa de manera equitativa, la inteligencia artificial podría ayudar a equilibrar estas desigualdades al proporcionar a las naciones emergentes, herramientas necesarias para competir a un nivel global.
Por ejemplo, la IA permite que pequeñas y medianas empresas en economías emergentes accedan a mercados internacionales a través del comercio electrónico y su personalización masiva. Las soluciones basadas en inteligencia artificial también pueden ayudar a mejorar la eficiencia operativa, reducir costos y ofrecer productos y servicios más competitivos.
Se hace, esencial que los gobiernos y organizaciones internacionales trabajen para garantizar que las ventajas de esta tecnología se distribuyan de una manera justa. Lo cual incluye invertir en infraestructura digital en países menos desarrollados, promoviendo la educación y capacitación en habilidades digitales, y estableciendo marcos regulatorios que fomenten la competencia y protejan los derechos laborales.
Adaptación de las personas en la era de la inteligencia artificial
Más allá de los impactos económicos directos, esta innovadora tecnología plantea desafíos significativos para las personas en cuanto a adaptación y adopción. Ya que la rapidez con la que esta tecnología está transformando el mercado laboral requiere que los trabajadores desarrollen nuevas habilidades y se adapten a roles que antes no existían. En este sentido, la adaptabilidad se convierte en un factor relevante para determinar el éxito o fracaso de la integración de la inteligencia artificial en diferentes economías.
Para esto, los trabajadores deben estar dispuestos a aprender y actualizarse constantemente. Para apoyar este proceso, es fundamental que las instituciones educativas y empleadores ofrezcan programas de formación y desarrollo alineados con las nuevas demandas del mercado. Además, las políticas públicas deben incentivar el aprendizaje continuo y reorientación profesional, permitiendo a las personas mantenerse competitivas en un entorno laboral que cambia rápidamente.
Otro aspecto, no menos importantes es, el bienestar emocional y psicológico el cual también merece atención. Ya que la incertidumbre producto de la automatización y los miedos a la obsolescencia laboral pueden tener efectos negativos en la salud mental de los trabajadores. Por lo tanto, se hace relevante que las políticas laborales no solo se enfoquen en la capacitación técnica, sino también en entregar apoyo psicológico promoviendo de esta manera, ambientes laborales más saludables.
Finalmente, debemos entender que, la inteligencia artificial es una fuerza transformadora con el poder de redefinir la economía global. Sin embargo, su impacto varía significativamente entre diferentes naciones.
Mientras algunas pueden beneficiarse enormemente, otras enfrentaran desafíos considerables. Por esta razón, es relevante que líderes empresariales y gubernamentales comprendan estas dinámicas y trabajen para moderar los riesgos y maximizar las oportunidades. Ya que, solo a través de una estrategia equilibrada y equitativa, la inteligencia artificial puede contribuir al desarrollo económico global de manera justa y sostenible, beneficiando tanto a países desarrollados como emergentes, y ayudando a las personas a adaptarse, en el proceso, a los profundos cambios que esta tecnología conlleva.
BBC News Mundo. (2023, 16 de agosto). Las 3 etapas de la IA, en cuál estamos y por qué muchos piensan que la tercera puede ser fatal [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=MgWtYXcUg9Y&t=443s
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